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La IA agentiva y el pensamiento crítico: cómo pasar del dato a la decisión autónoma impulsando los negocios

El impacto del auge de los agentes de IA, a tenor de lo relatado por los asistentes al debate, realizado el pasado 3 de junio en Madrid y moderado por Esther Macías, directora editorial de CIO ESPAÑA, no se va a hacer esperar en nuestro país. Desde un agente multiconversacional capaz de vender un coche desde la web al usuario final hasta aquellos que ayudan a los médicos a analizar imágenes, los responsables tecnológicos de distintas organizaciones fueron desgranando los casos de uso que sus empresas ya han puesto en marcha o esperan arrancar en los próximos meses.
Algunas de ellas emplean los agentes en procesos de back-office, otras automatizan procesos en las aduanas, y otras buscan servirse de esta tecnología para atender las demandas de estudiantes, que buscan profesores disponibles 24 horas para resolver sus dudas antes de los exámenes. No en vano, la inteligencia artificial agentiva propone introducir sistemas altamente automatizados capaces de percibir información, tomar decisiones y actuar con mínima intervención humana.
Sin embargo, todo esto no es posible si no aseguramos la calidad y el control del dato. “La IA agentiva es la punta del iceberg. Para construir algo positivo tenemos que basarnos en algo sólido”, explicó Sergio Rodríguez, director de tecnología de Puedata, consultora especializada en proyectos de datos e IA. Para este experto, la clave para una mayor adopción de esta tecnología residirá en encontrar casos de uso que no se puedan resolver de forma tradicional. Su compañera Lucía Ferrer, directora comercial de la compañía, explicó que su compañía atraviesa un “momento dulce” ante el aumento de la demanda de proyectos de datos, algo en lo que la firma lleva trabajando diez años. “Hoy algunos CEO piden hablar con los datos en tiempo real en lenguaje natural”, explicó.