La transformación digital ha sido un renacimiento para la industria de la moda
Tecnología e innovación, catalizadores de una industria de espíritu creativo y disruptor
La transformación digital ha sido un renacimiento para la industria de la moda, explica Saldaña. “Marcas tradicionales se han digitalizado lanzando e-commerce, aplicaciones móviles y utilizando redes sociales para interactuar con los consumidores”. Un renovarse o morir que aceleró la pandemia “haciendo que los retailers adoptaran rápidamente soluciones para mantenerse relevantes y conectados con sus clientes”. La digitalización del sector ha sido “tanto disruptiva como enriquecedora; las marcas que adoptaron de forma temprana el comercio electrónico y las redes sociales han visto un crecimiento significativo en su alcance y ventas”.
Algunos puntos clave en los que repara la experta en este sentido tienen que ver con la innovación en el diseño, la eficiencia en la producción, la sostenibilidad y rastreabilidad o el marketing y la relación con el cliente. “La digitalización permite a los diseñadores emplear software avanzado para crear diseños más complejos y detallados, aumentando la creatividad y la eficiencia. Esto abre puertas a la personalización masiva, uno de los grandes desafíos de cara al futuro, donde los clientes pueden tener una participación más directa en el diseño de sus compras”.
Siguiendo este mismo hilo, insiste, “la implementación de tecnologías como la impresión 3D y la producción automatizada no solo aceleran en proceso de producción, sino que permiten una fabricación más sostenible reduciendo el desperdicio de material”. Asimismo, las redes sociales y la analítica de datos “permiten a las marcas entender mejor a sus clientes y fidelizarles al crear conexiones más profundas gracias a una visión 360”.
Con el punto de mira puesto en el negocio, Saldaña se refiere a las tecnologías de valor añadido en el sector de la moda como aquellas que “mejoran significativamente la experiencia del cliente, optimizan las operaciones y logran un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad”. Entre ellas destaca la realidad aumentada, el aprendizaje automático, el blockchain, la impresión y moda en 3D, el software de diseño generativo, el análisis de datos y big data o las tecnologías sostenibles.
Párrafo aparte merece la IA, una tecnología habilitadora “crítica” que se ha consolidado rápidamente debido a su “amplia aplicabilidad y beneficios inmediatos para las empresas y los usuarios”. Según Saldaña, esta tecnología está “revolucionando” la industria de la moda con la predicción de tendencias al analizar grandes volúmenes de datos; mejorar la experiencia de compra a través de sistemas de recomendación impulsados por IA para ofrecer a los consumidores sugerencias altamente personalizadas; asistir en el proceso de diseño generando nuevas ideas y modificando patrones existentes; optimizar la gestión de inventario y potenciar la cadena de suministro; ayudar a combatir las falsificaciones y asegurar la autenticidad de los productos tanto a las marcas como a los consumidores… “La IA está facilitando una era de cambios rápidos y profundos en el sector de la moda, llevando a mejoras significativas en eficiencia, sostenibilidad, personalización y experiencia del cliente”. A medida que estas tecnologías continúen desarrollándose, vaticina la experta, “es probable que veamos aún más innovaciones disruptivas impulsadas por la IA”.
En la actualidad, hay quien considera que la IA ha desbancado al metaverso en el espectro de la moda. La que estaba llamada a reconquistar el sector con experiencias metaversas y avatares, parece haber quedado relegada al olvido con el frenético avance de la IA. Sobre esta cuestión, Saldaña también tiene algo que decir: “La relación entre la IA, la realidad virtual y el metaverso es bastante compleja; y, en cualquier caso, complementaria más que competitiva”. Se explica la experta. “Cada una de estas tecnologías y su desarrollo y adopción están impulsados por diferentes factores. La IA, en particular, ha visto una adopción más amplia y rápida por varias razones como la aplicabilidad generalizada, una menor barrera de entrada, la integración con tecnologías existentes e impulsores de eficiencia y automatización”.