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Transformación digital, más allá de la TI: un cambio cultural para líderes y plantilla
Apoyos en la transformación de la compañía
Esta segunda distinción que hace Jimeno tiene otra clave. “Un proyecto, por mi experiencia, suele tener más éxito si lo promueve el negocio en sí”. Esto es: cuando las iniciativas son parte de la estrategia empresarial con la participación de TI. “No hay mejor proyecto que el que el esponsoriza un directivo”, comenta, “o viniendo del negocio”. Sierra lo comparte: una de sus claves es “la esponsorización al máximo nivel”. “Este cambio tiene que estar no promovido por IT, tiene que ser promovido por la compañía. Y si es el consejero delegado el que lo apoya y lo lidera, el que muestra la necesidad de cambio, todo el mundo también asume que hay que hacerlo”. Esto ayuda a eliminar reticencias por parte del personal: hacer partícipe a la plantilla es esencial, pero si un o una responsable ayuda a liderar suma un plus de efectividad, mucho mejor que cualquier imposición. “Si los de IT nos empeñamos en implantar cosas, ninguna va a funcionar, o no van a funcionar como queremos o no le vamos a sacar el potencial que puede tener, porque quién lo tiene que utilizar, no se ha sentido partícipe”, añade Jimeno. Aunque siempre con límites.
“Tampoco hay que perder la perspectiva de que o te renuevas o mueres. Eso es algo que deberíamos tenerlo todos en la cabeza a diario, porque si no te renuevas, estás condenado a no ser competitivo, a perder oportunidades, etc”. Desde Deloitte, José María de Santiago, refuerza esta idea al considerar fundamental “implementar estrategias que eviten la acumulación de la llamada ‘deuda técnica’, que se produce como consecuencia de no evolucionar los entornos tecnológicos al ritmo adecuado, generando una obsolescencia que, además de incrementar los costes, se convierte en una barrera para el crecimiento de las organizaciones. Para De Santiago, “el talento, y no tanto la tecnología, puede ser al arma secreta para tener éxito en la transformación digital”. Entre las acciones recomendadas para captar ese talento se aboga por una mayor flexibilidad y autonomía en los entornos de trabajo, unas condiciones competitivas y una visión, misión y propósito convincentes.
“La transformación digital es algo de lo que siempre estamos a tiempo de hacer, pero que debemos hacer siempre”, concluye Llorca. “No es algo que ocurre una vez, sino que es recurrente, como las nuevas versiones de las aplicaciones de nuestro smartphone”. Para que este proceso no naufrague, considera necesaria una monitorización constante de los objetivos, con los ajustes necesarios, así como la formación continua de la plantilla, un enfoque en la mejora continua y la sostenibilidad. “Finalmente, es vital seguir fomentando una cultura de innovación y adaptabilidad para que la empresa pueda mantenerse competitiva en un entorno en constante cambio”.