Una ocasión para probar planes de contingencia: así gestionaron el apagón estos CIO


Por la parte de ese eslabón débil cita la parte de las comunicaciones domésticas; al teletrabajar, el funcionamiento de la organización depende de los sistemas eléctricos de cada domicilio, además de en las redes de comunicaciones de datos y llamadas que, dice, no estaban preparadas para un apagón de estas dimensiones. “Al agotarse las baterías de routers y antenas, perdimos videoconferencias, chat y correo casi al instante. El trabajo colaborativo se redujo a mínimos; únicamente quienes tenían cobertura 4G residual pudieron enviar mensajes esporádicos tipo Signal o WhatsApp”, recuerda. “Si esto nos ocurre durante un periodo de días o semanas, hubiera sido un problema muy importante, impactando fuertemente nuestra capacidad operativa y de desarrollo”.

“A nivel empresa hemos aprendido bastantes cosas que, aunque suenan obvias, antes del apagón no parecían tan importantes”, evalúa. En el sentido de la continuidad del negocio, la principal conclusión que extrae es que “la nube es necesaria, pero no suficiente: la cadena se rompe en el último kilómetro”, explica, refiriéndose a la cadena router-casa-ISP. De resultas de esto, la firma está planteándose medidas como la instalación en las casas del personal de SAIs —sistemas de alimentación ininterrumpida—, que garanticen al menos 48 horas de trabajo con los portátiles, y de antenas de conexión a internet vía satélite tipo Starlink. Otra de las enseñanzas es la necesidad de evitar parálisis: “El equipo que sabe qué hacer sin internet aprovecha la batería; el que no, se paraliza”. Para esto están trabajando en guías y pautas para el desempeño offline.

Carlos Garriga, CIO de IE University.

“Estos momentos de crisis son inmejorables para identificar áreas de mejora, procesos que podemos perfeccionar y capacidades que debemos reforzar”

Carlos Garriga, CIO de IE University

“Desde el primer momento, los equipos de IT, Operaciones, Facilities y Seguridad se movilizaron para garantizar la seguridad de la comunidad universitaria y preparar la recuperación de la actividad”, explica Carlos Garriga. Al CIO de IE University, con centros en Madrid y Segovia, el apagón le pilló en un espacio con suministro eléctrico y conectividad, lo que le permitió estar al pie del cañón en todo momento. No sucedió así en todas las organizaciones. “La gestión de esta crisis se vio especialmente complicada por la caída casi total de las redes públicas de comunicaciones: telefonía móvil, redes de fibra óptica y servicios de datos estuvieron inoperativos durante horas”, recuerda. “La gran mayoría de las personas estaban incomunicadas, lo que dificultó enormemente la coordinación y la toma de decisiones”.



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